Cuando se habla de salud bucal inmediatamente se relaciona con los dientes, pero incluso antes de la aparición de estos, en los bebés, hay que comenzar a cuidar la higiene bucal y establecer rutinas que les serán muy útiles de niños y adultos.

Hechos tan habituales en los primeros meses de vida como el uso del chupete o chuparse el dedo pueden tener su repercusión en la salud de los bebés.

Contrariamente a lo que se piensa, antes de la aparición de los primeros dientes (normalmente entre el quinto y octavo mes de vida) se debe comenzar la higiene bucal limpiando las encías del bebé. Con una gasa humedecida, paciencia y jugando con los más pequeños, se frotarán las encías para eliminar restos de leche y papillas. Este método también hay que seguirlo cuando ya aparezcan los primeros dientes.

Con la higiene bucal temprana se buscan dos objetivos. El primero es, evidentemente, mantener boca, encías y dientes lo más limpios posibles. (...) La segunda razón es enseñar ese hábito a los pequeños, que desde un primer momento lo verán como algo normal y será mucho más fácil después pasar al cepillo dental.

Con la higiene bucal temprana se buscan dos objetivos. El primero es, evidentemente, mantener boca, encías y dientes lo más limpios posibles. Hay que recordar que la dentición de leche se completa en torno a los 2 años. Si se espera a comenzar la higiene bucal con cepillo a esa edad es posible que haya aparecido alguna caries. La segunda razón es enseñar ese hábito a los pequeños, que desde un primer momento lo verán como algo normal y será mucho más fácil después pasar al cepillo dental.

Hay que tratar de ligar ese hábito con un momento de  juego. Aprovechar cuando el bebé esté relajado pero no antes de ir a la cama, ya que estará cansado y si se le despierta se irritará. A la par que se realiza la limpieza de las encías o los primeros dientes se puede utilizar su juguete favorito, o incluso reservar uno específico para este momento, con lo que el bebé relacionará la limpieza bucal con algo positivo y placentero.

Cuando hayan aparecido los primeros dientes, es posible comenzar a utilizar cepillos de dientes muy suaves sin pasta dentífrica, simplemente humedecidos con agua.

A la par, existen costumbres o hábitos en los bebés que pueden afectar, en ocasiones seriamente, a la futura salud bucal de los mismos. Uno es el uso y, sobre todo, abuso de chupetes o, en su defecto, chuparse el dedo. Utilizados de manera habitual y continuada pueden afectar al desarrollo de la mandíbula, la posición de los dientes e incluso la mordida futura.

Por supuesto, hay que evitar el consumo de chucherías o dulces. Su alto contenido en azúcar favorece la aparición de caries. Además, su uso en edades muy tempranas habitúa a los pequeños a este tipo de productos y cuando crecen su eliminación de la dieta es mucho más problemática.

También hay que tener especial cuidado con las bebidas azucaradas, esencialmente zumos envasados, que pueden consumir los bebés en biberón. No hay que dejar nunca que se duerman con un biberón en la boca conteniendo este tipo de bebidas. El azúcar de las mismas estará mucho tiempo en contacto con la boca y los primeros dientes y puede dar lugar a lo que se denomina caries del biberón. Lo mismo ocurriría con la leche del biberón si se mantiene demasiado tiempo en boca.

Y, por supuesto, con la aparición de los primeros dientes es buen momento de realizar su primera visita al dentista, el cual le aconsejará sobre los mejores cuidados a partir de entonces en la salud bucal de sus más pequeños.

 

Fuentes:

Higiene bucal infantil. Cuidado específico para bebés y niños. Dentaid.es

Hábitos para la salud bucal de los niños. Bocasvitis.es

Estimular, cepillar, jugar. Bocasvitis.es