En las últimas décadas la esperanza de vida ha aumentado de manera significativa en la mayoría de países. Así, el segmento de personas mayores sigue creciendo día a día en nuestra sociedad, lo que está trayendo una auténtica revolución en áreas como el ocio, la cultura y, por supuesto, en la salud y la sanidad.

Lo que se ha denominado “triunfo demográfico” significa que, según datos de la OMS, el número de personas mayores de 60 años pasará de 600 millones en el año 2000 hasta casi los 2.000 millones en el año 2050.

Uno de los aspectos sanitarios que hasta la fecha no ha tenido la importancia que merece es la salud bucal de nuestras personas mayores, la odontogeriatría. Ésta tiene sus particularidades con respecto a los cuidados y tratamientos que pueden tener otros segmentos de población por edad.

Lo que hace pocos años era habitual, como el achacar una mala salud bucal a la edad, con pérdida de dientes que no se reemplazaban y la consiguiente pérdida de calidad de vida, hoy en día está cambiando.

Las personas mayores cuentan con afecciones y enfermedades propias del desgaste de los tejidos y los dientes. Lo que hace pocos años era habitual, como el achacar una mala salud bucal a la edad, con pérdida de dientes que no se reemplazaban y la consiguiente pérdida de calidad de vida, hoy en día está cambiando. Los mayores cuentan con una vida social  mucho más activa que hace 20 o 30 años, y ello se deriva también en una mayor preocupación por su salud bucal, tanto por lo estrictamente ligado a la salud como a lo estético y funcional.

En la actualidad, los tratamientos más habituales entre las personas mayores es el reemplazo de dientes que se han podido perder durante los años por diversas causas con prótesis dento, implanto o muco soportadas. Su no tratamiento puede derivar rápidamente en el desplazamiento del resto de dientes y afectar de manera negativa en la mordida y en un mayor riesgo de enfermedades periodontales y de caries.

Por otro lado, y desde el punto de vista estético, la pérdida de dientes puede cambiar la gestualidad de la cara, pudiendo cambiar, la forma de la barbilla y de la posición de los labios.

En la actualidad, los avances de la odontología permiten tratar este tipo de afecciones con múltiples técnicas. La pérdida de dientes se puede tratar con  prótesis parciales o completas, removibles o fijas, bien sobre dientes, implantes y /o mucosas, etc.

Estas soluciones para pérdida de dientes llevan consigo una serie de cuidados que los pacientes deben conocer, aprender y llevar a cabo. Un deficiente mantenimiento diario de, por ejemplo, dentaduras postizas, pueden traer consigo afecciones que siguiendo los consejos de nuestro odontólogo se hubieran evitado de manera sencilla.

Otro aspecto a cuidar en la salud bucal de las personas mayores son los posibles efectos secundarios que afectan a la boca fruto de los tratamientos de enfermedades como la diabetes, enfermedades musculares, cardiacas, etc. que entre otros pueden causar xerostomía. Además, hay que prestar atención a los problemas de alimentación que, por desgracia, son muy comunes en las personas mayores, con deficiencias de ciertas vitaminas y minerales que simplemente con un control médico son detectables y solucionables.

En paralelo, las personas mayores no deben olvidar lo que ya han tenido que seguir durante su vida: una higiene bucal periódica y adecuada, así como acudir regularmente a su dentista.

 

Fuentes:

Blogsaludbucal.es “Odontogeriatría”

Gacetadental.com. “La interacción de la diabetes con la salud oral de los mayores, tema central de una reunión científica celebrada en Madrid”

Mayoressaludables.org. “Envejecimiento y salud bucal"