La saliva del ser humano está compuesta aproximadamente en un 95% por agua (el resto son proteínas y sales inorgánicas) y constituye un elemento imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro organismo y salud bucal.

Siendo un líquido incoloro y sin sabor, sus funciones son claves y variadas, aunque pocas veces somos conscientes o nos paramos a pensar en ello. Hay que tener presente que una persona adulta puede producir entre 1 y 2 litros de saliva al día y que esta nos ayuda, entre otras cosas, a: mantener el pH neutro y el equilibrio hídrico (evitar la deshidratación), proteger la cavidad bucal de las infecciones bacterianas, ayudar a la cicatrización cuando tenemos la mucosa bucal lesionada y degustar y digerir los alimentos. 

Los estudios demuestran que los chicles sin azúcar consumidos tras una comida aceleran la limpieza de los restos de alimentos y reducen la tasa de desarrollo de caries

Los beneficios del chicle sin azúcar

Cada vez más estudios inciden en los múltiples beneficios de mascar chicle (ojo, ¡sin azucar!) para, por ejemplo, reducir el estrés, combatir la demencia, ayudar a concentrarse o disminuir el apetito.

En el campo concreto de la salud bucal, los estudios demuestran que los chicles sin azúcar consumidos tras una comida aceleran la limpieza de los restos de alimentos y reducen la tasa de desarrollo de caries, especialmente en los niños. Además, estimulan el flujo salivar, lo que contribuye también a disminuir el riesgo de aparición de caries. Algunos chicles de marcas especializadas incluyen en su composición ácido málico y xylitol, que estimulan la producción natural de saliva.

Por otro lado, la propia acción de masticar también activa las glándulas salivares, consiguiendo una mayor hidratación de la cavidad bucal, hecho que ayuda a combatir la xerostomía o boca seca (se trata de una disfunción salivar que genera sensación de sequedad).

Es importante remarcar que la acción de masticar chicle nunca debe sustituir al cepillado dental, que debe ser diario y constante para mantener una boca sana.

 

 

Fuente:
EUFIC (European Food Information Council)
www.eufic.org